Acompañamiento individual de autoconocimiento y encuentros grupales
Herramienta del perdón:
No Dualidad
José Gil Méndez • Acompañante • Mentor • Facilitador
Acompañamiento en el autodescubrimiento individual o grupal.
Sesiones individuales, retiros, talleres, conferencias y eventos
enfocados en despertar la conciencia y descubrir de
forma vivencial y sencilla la paz interior.
José Gil Méndez se identifica plenamente con aquellos que buscan un cambio en sus vidas. Debido a que él mismo llevó a cabo su propio Proceso de Perdón, conoce “el camino” y su dificultad.
Se autodefine como “acompañante de un proceso interior”.
José se ha formado en Integración y Facilitador del Perdón en la Escuela del Perdón y ha estudiado profundamente los libros Un Curso de Milagros (UCDM) y La Vía del Corazón, entre otros, además de practicarlos consigo mismo e incorporarlos a su vida cotidiana.
Su deseo de ayudar como mentor transpersonal le ha permitido ayudar a otros mediante el acompañamiento individual y, también, a través de charlas, talleres y cursos que realiza de forma presencial en la Comunidad Valenciana y Murcia o bien online.
Puedes conocer más ampliamente la trayectoria de José Gil Méndez aquí.
Para entender realmente cómo funciona el perdón, se ha comprender primero cómo funciona el No Dualismo, que no es más que la superación de todo signo de sentimiento negativo, proceso que implica un gran compromiso interior e introspección profunda para así alcanzar el perdón verdadero. La superación de los “sentimientos negativos” se trabaja a nivel mental desde la voluntad y aspiración.
El Perdón No Dual consiste en uno de los diversos caminos a elegir para la recuperación de la calma interior y el despertar de la conciencia, liberando distintos tipos de emociones, creencias, e incluso pensamientos, para vivir equilibradamente el presente, sin arrastrar negatividad.
El método de mentoría propuesto por José Gil Méndez para el proceso de Perdón No Dual tiene su base en el amor propio y, una vez alcanzado, en el trabajo del amor hacia otras personas. Comienza desde el respeto a uno mismo, ejercitando la voluntad y los deseos propios para ser capaces de externalizar de forma sana las emociones. Una vez alcanzado lo anterior, se pasa a una nueva fase que se focaliza en las relaciones externas.
José, como mentor transpersonal, hace uso de la Herramienta Del Perdón para paulatinamente ir erradicando emociones y sentimientos que lejos de aportar, restan, impidiendo el desarrollo personal. La No Dualidad que propone nunca implica dejarse maltratar u olvidar hechos. Al contrario, es un ejercicio mental para vivir en paz y en equilibrio, paso previo para alcanzar la felicidad, primero interna y después externa.
El acompañamiento con la Herramienta Del Perdón y No Dualidad de José Gil Méndez tiene la ventaja de la experiencia de quien ya conoce “el camino” y las dificultades que implica. Ese conocimiento se traduce en algo más que orientación como mentor, porque como él sabe lo que implica el proceso interior, por lo tanto, tendrás la comprensión y la visión de quien ya ha encontrado los obstáculos y los ha superado, algo que será de gran apoyo durante el trayecto.
El perdón a nosotros mismos es un puente entre la mente programada y pensante y el corazón, donde este último representa la autocomprensión. Por ello, cuando hablamos del perdón, hacemos referencia principalmente a la superación de conductas destructivas que hemos aprendido o asimilado y que realizamos inconscientemente, provocándonos daño a nosotros mismos sin saberlo y, por supuesto, sin quererlo.
El perdón es un estado previo a mantener conductas positivas. Este implica compromiso e interés de querer lo mejor para uno mismo. Si se hace de forma adecuada, se puede lograr modificar pensamientos y comportamientos perjudiciales, aunque ello no conlleva necesariamente la eliminación total de sentimientos o pensamientos negativos, sino una conducta libremente elegida que implica compromiso y determinación.
Primero hay que comprender que la culpa es la capa más profunda y arraigada que oculta la “programación mental”, y que la mayoría de las veces es muy difícil reconocerla y aceptar que está con nosotros. El proceso de perdonar significa comenzar por deshacerse de la culpa. Por lo tanto, implica variar la percepción.
La causa de todo sufrimiento radica en la mente, y es ahí donde se debe iniciar el proceso del perdón hacia una paz de sanación. El objetivo final es la liberación de la culpa (responsabilidad, remordimiento, carga, etc.) y, posteriormente, aprender a vivir sin ella.
Para generar bienestar y estabilidad emocional, el ser humano necesita equilibrar lo que es y lo que hace: eso es la coherencia interna. Muy brevemente significa estar en paz, aquí y ahora. Cuando existe un conflicto entre la coherencia externa e interna se experimenta la culpa, y la materialización de la culpa es el sufrimiento. Por lo tanto, el perdón deshace la culpa al conseguir coherencia interna: a esto nos referimos con “equilibrar lo que hago y lo que soy”.
Es un estado o espacio mental donde se puede discernir, es decir, donde se puede reconocer la confusión que existe en la mente, percatarse de ello y dejar de caer en lo falso. El perdón actúa como factor estructurante en la conciencia, construyendo la relación de comprensión y compasión sin imposición ni ideas preestablecidas.
Normalmente el sentir se confunde con las emociones, sin embargo, se trata de algo expansivo, es energía vital pura, y por ello las emociones son energía contraída por creencias.
Las emociones solo necesitan nuestra atención y permitirles su espacio y consideración, observarlas en su presencia total, para mitigar y soltar toda interpretación pensada, independientemente de si es correcta o incorrecta. La atención al sentir es lo que disuelve el sufrimiento y es el primer paso con el que comienza el perdón.
El silencio es el espacio interno donde se deja caer todo lo que nos separa del ahora, sin tener que hacer nada, decir nada, rechazar nada, demostrar nada o saber nada. No tiene relación con que no haya sonidos externos a nuestro alrededor ni con intentar parar los pensamientos. Sencillamente es un espacio de quietud interna y total receptividad, un espacio donde reconocemos nuestro ser.
Créditos de imágenes: Alicia Jiménez
Gracias, Alicia, por todas las imágenes que has aportado a mi página web.
"ajrpsicologia"
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Muchas gracias, José.